Blogia
pisaal.blogia.com Las cookies de este sitio se usan para personalizar el contenido

Valores cívico- morales

VALORES CIVICO-MORALES

            Las democracias formales posibilitan el camino hacia la maduración personal, pero han de ser auxiliadas y complementa­das por unos sistemas educativo y unos medios de comunicación debida­mente preocupados por el logro de individuos y sociedades desarro­lladas y justas. La situación personal de algunos ciudada­nos en sociedades democráticas presenta un nivel de insatisfac­ción, de disarmonía, de frustraciones y en cierta medida de desencanto y rechazo a las instituciones que puede implicar inse­guridad, baja autoestima, intolerancia y desprecio al dialogo.

            Para que esta situación no se generalice es necesario un esfuerzo colectivo que conduzca a la elaboración de criterios mo­rales propios, solidarios y no supeditados a exigencias de carác­ter heterónomos. Y este es un objetivo de la educación moral.

            Las morales dogmáticas han muerto, ya que el mundo actual contiene muchas perspectivas, muchas posibilidades capaces de ilusionar, ser desarrolladas con un sentido ético; es un mundo rico en alternativas, cuajado de potencialidades. Un mundo donde la velocidad de los cambios, la aglomeración de los mismos, la escasa comunicación social, la secularización, la  tolerancia y la libertad no dejan espacio a la dogmatización.

            Pero la desaparición de dichas morales  ha sido más rápida que el desarrollo de un modelo alternativo de moral liberadora y progresista que suscite la adhesión y el entusiasmo.

            Los individuos ponen en tela de juicio todas las verdades mo­rales enseñadas y consideran como los pensadores de la sospecha, Niestzsche, Freud, y Marx, para los que la moral es, o  un producto de los resentidos, o un arma de los opresores para controlar y dominar a los más débiles.

            Hoy se propone la educación moral como una necesidad para vivir en democracia, ya que supone potenciar la capacidad de orientarse con autonomía, racionalidad y cooperación en situacio­nes que suponen conflicto de valores. Adela Cortina (1986) hace descansar el sentido profundo de la moral civil, en unos valores compartidos que por verdaderos hemos aceptado explícitamente un buen número de sociedades.

            El ser humano no puede sustraerse a la actitud moral por ser responsable  de sus actos.

Si te interesa ests blog, tengo otro en:el mosaico educativo blogspot.com

0 comentarios