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Justificación para trabajar la educación emocional en el aula

1. - JUSTIFICACIÓN 

Todo trabajo educacional tiene que tener unos argumentos  para motivar a los implicados en la realización de las tareas encomendadas. Nos proponemos estudiar la salud emocional, para poder aplicar nuestros conocimientos a la acción educativa cotidiana. Se trata de investigación-acción, de una investigación capaz de  mejorar  nuestra práctica diaria, de buscar la perfección de nuestros alumnos, de conseguir el bienestar deseado  para las personas que tenemos que formar. 

El trabajo actual se justifica por los siguientes argumentos:

 

1º POR EL MISMO CONCEPTO DE SALUD.

La salud se ha definido tradicionalmente como la ausencia de enfermedad, pero desde 1948 la Organización Mundial de la Salud cambia su postura y la entiende como: "Un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no sólo como la mera ausencia de enfermedad o dolencia" Posteriormente en 1976, en el Congreso de Medicina y Biología celebrado en Perpiñán se avanza aún más en este concepto  y se concibe como: " Una manera de vivir más autónoma, solidaria y feliz".

Los trabajos sobre este concepto los podemos estudiar desde  diversas vertientes:

1º La de investigación, propia de científicos e investigadores en todos los campos de la salud (dieta mediterránea-artritis; colesterol-depresión).

2º Asistencial, propia  de los médicos y sanitarios.

3º La educacional, en la que estamos implicados los profesionales de la educación. Dentro de esta vertiente es donde vamos a incidir y a trabajar.

Los niños y los adolescentes son tan vulnerables a los peligros emocionales como a los peligros físicos. Hoy está aumentando la depresión en la infancia de forma alarmante, los trastornos de alimentación  empiezan a aparecer en edades más tempranas, la autoestima está fuertemente dañada en algunos adolescentes, etc. Por lo tanto, lo mismo que se previenen las enfermedades físicas, es necesario prevenir las enfermedades emocionales, dotando a nuestros alumnos de las suficientes habilidades para conseguir su Salud.

Quizás hasta hace unas décadas no se podía prevenir en este sentido, porque se desconocían los síntomas de los problemas emocionales; pero hoy hay un movimiento educacional dirigido a conseguir evitar los trastornos emocionales, así como a prevenirlos desde edades cada vez más tempranas.

Las investigaciones de los últimos tiempos están poniendo de relieve la relación existente entre salud física y los estados emocionales porque las emociones positivas juegan el papel de mantener o recuperar el equilibrio del organismo, preservando la salud mientras que las negativas afectan en sentido contrario, a  veces como desencadenantes o coadyuvantes en el desarrollo de enfermedades. 

La medicina basada en la afectividad nos demuestra que  el enfermo necesita apoyo afectivo. Se ha comprobado que las personas con más y mejores lazos familiares y sociales padecen menos catarros. Está en estudio, en la Universidad de Stanford, la influencia de las emociones en la supervivencia de los enfermos de cáncer, con aparentes resultados de su influencia. En 1989 se inició un estudio en pacientes con metástasis de mama y se demostró que todas las pacientes del grupo control morían a los 48 meses, mientras que un tercio de las que recibían apoyo emocional por un grupo de apoyo seguían vivas.

También, algunas investigaciones médicas han demostrado que las emociones pueden alterar la respuesta inmunitaria del organismo frente a las enfermedades. Pueden influir en la regulación bioquímica. Por lo tanto, el aprendizaje y la práctica de los estados emocionales positivos resultan altamente beneficiosos para aumentar las defensas autoinmunológicas y prevenir y afrontar las enfermedades.

Esto no quiere decir que las conclusiones sean definitivas, ya que falta  comprobar aún de manera inequívoca todos estos datos, pero es un indicio clave para intuir como las emociones influyen en la salud física.  

No sólo estamos hablando de salud mental, de salud emocional, sino de bienestar físico y social, que es el verdadero concepto de salud.

       

 

2º POR EL MISMO CONCEPTO DE EDUCACIÓN

Desde los inicios del estudio de la educación el término ha sido fuente de múltiples controversias, ya que cada autor ha condicionado el sentido  resaltado a las condiciones histórico sociales en el que se desenvuelve.

Educar puede significar  conducir o llevar, o bien,  sacar o extraer, según se relacione con el origen histórico del pedagogo o encargado de cuidar al niño, o con la filosofía platónica  y agustiniana.

Puede tener distintas connotaciones, como comenta Dewey, en Democracia y Educación, afirmando que el término educación ha sido sinónimo a: iniciación; desenvolvimiento; disciplina formal; construcción; desarrollo natural, etc.

La palabra educación también se ha relacionado con nutritio, cortesía o urbanidad, enseñanza y aprendizaje,  instrucción,  condicionamiento,  adoctrinamiento, entrenar o con el término formación.

Si analizamos todas las acepciones dadas al término educación, observamos que existe un denominador común en todas ellas y ese no es otro que el de perfección.

Siempre que se habla de educación se expresa el paso de un estado a otro; significa una modificación, ya que supone la adquisición de algo y ese algo es deseable. Es decir, la perfección es plenitud porque desarrolla el ser del hombre; es formación porque da nueva forma a lo informe o a lo ya formado y a la vez, la idea de perfección en sí misma nos lleva al bien, porque sería impensable que la perfección se orientara al mal.

Pero  la idea de educación hay que revestirla de intencionalidad, ya que es una perfección voluntaria, tiene un determinado sentido, un intento de elevación. Antonia Pascual (1988) afirma que educar es educar en valores, porque la crisis en la sociedad actual nos hace caer en la cuenta de que hay que proponer un objetivo intencionadamente, y ese objetivo no es otro que los valores. Valores, que la instrucción y la reflexión nos proporcionan, pero que, hasta que no sean aceptados vitalmente por los alumnos, no influirán en su conducta.

¿Hacia donde se dirige ese perfeccionamiento intencional? ¿Quién el sujeto de esa educación? A estas preguntas sólo se puede contestar que el hombre es el sujeto de la educación y esta debe perfeccionar lo específicamente humano. Una educación centrada en el hombre es una educación en valores.

Hoy se habla incesantemente de educación integral, de cuidar exhaustivamente todas las capacidades humanas,   de entender la educación como una actividad que mejora al hombre, que forma al hombre permitiéndole ser adulto y realizar su tarea humana. Peter afirma: "para que un proceso merezca llamarse educacional, lo que en él se aprenda deberá considerarse valioso". Y uno de los valores fundamentales de la persona es la Salud.

Entre los aspectos de estudio dentro de concepto de educación para la salud,  estaría la higiene tanto física como mental, la prevención de enfermedades, la educación afectivo-sexual, la prevención de la drogodependencia, la alimentación... Y la salud mental, tan importante como la física. Y esta salud mental implica las emociones, que nos permiten ser equilibrados o no; está el controlar la ira, la ansiedad, el estrés, el abordar situaciones problemáticas diarias, la empatía, el autoconcepto, la autoestima, la toma de decisiones...

La emoción que se experimenta no está asociada al estímulo, sino a cómo ese estímulo está interpretado por el Yo; un mismo estímulo puede producir emociones de confort o disconfort a distintos individuos, según el juicio valorativo que éstos  hagan. Si los pensamientos son sistemáticamente negativos, las emociones asociadas serán negativas y será conveniente sustituir estos pensamientos por otros que provoquen emociones neutras o no negativas. El estilo atribucional, utilizar esquemas erróneos de pensamiento al interpretar los estímulos, o atribuir causas a los sucesos que ocurren a nuestro alrededor no relacionadas con uno mismo, debe educarse ya que estos pensamientos son automáticos, rápidos e involuntarios y aportan una visión distorsionada y negativa de uno mismo.

En el autoconcepto, núcleo de nuestro Yo, intervienen varios componentes que se interrelacionan entre sí. Entre ellos cabe señalar:

1º Nivel cognitivo-intelectual: constituye las ideas, opiniones, creencias, percepciones y el procesamiento de la información.

2º Nivel emocional afectivo: el juicio de valor sobre nuestras cualidades personales.

3º Nivel conductual:  la decisión de actuar, de llevar a la práctica un comportamiento consecuente.

Se puede describir como una organización cognitiva-afectiva que influye en la conducta.

Por lo tanto, si alguno de estos componentes presenta fallos, el autoconcepto se dañará significativamente, afectando la salud del individuo.

El autocontrol es fuente de autoestima positiva, porque posibilita  la autonomía y la libertad de elección, la responsabilidad sobre la propia acción y sobre las consecuencias de las propias conductas. Está relacionado con la manera que una persona organiza sus acciones a corto plazo para conseguir objetivos a largo plazo.

Por lo tanto, las emociones deben educarse para conseguir un buen autoconcepto, un autocontrol eficaz,  una autoestima positiva, una madurez personal que influirá en nuestra manera de pensar, de sentir y de actuar causando bienestar y por tanto favoreciendo la SALUD.

 

3º POR IMPERATIVO LEGAL

Todo aprendizaje supone un proceso de socialización;  una socialización que  permitirá al hombre compartir normas y valores con las demás personas de su entorno, evitando la conflictividad que podría suceder si éstas no existiesen.

Está patente y nadie duda de que la educación es algo más que la socialización, pero ésta es muy importante para convivir.

Los ámbitos en el que un niño recibe todo aprendizaje son sin lugar a dudas aquellos en los que él se desenvuelve y en los que día a días se relaciona. Son: la familia, la escuela y la sociedad. Y la educación debe de venir por estos tres cauces.

El ser humano nace en el seno de una familia que transmite  valores, roles,  pautas de acción, actitudes, información... Y sin proponérselo, de manera no intencional, de manera vicariante. En un principio era la familia el único agente socializador,  en ella se aprendía a vivir y a convivir con los demás miembros de la tribu. Pera la sociedad se fue profesionalizando, las relaciones humanas complicando  y ya no era posible transmitir todos los saberes a la siguiente generación. Se fue haciendo necesario preparar personas que cumpliesen el papel desempeñado antes por la familia y así surge la escuela. Hoy es ésta una institución   establecida para coayudar a la familia en el derecho de educar a los hijos. Muchas familias quieren, pueden, pero a veces no saben transmitir los aprendizajes necesarios para la vida. En ocasiones quieren, saben pero no pueden, y en otras, no quieren, ni pueden ni saben. Y la escuela debe formar en todos los aspectos para satisfacer el derecho a la educación que tiene todo ser humano.

La socialización consiste en una interiorización de normas y valores,  de creencias, de pautas de conducta, y la asunción de valores, actitudes, creencias, se realiza en buena parte por vía emocional y como efecto de vivirla. Nadie duda del efecto que ejerce la familia, la escuela, el grupo de iguales en lo que el niño piensa y sienta sobre la salud.  

Pero además, al tener escolarización obligatoria hasta los 16 años, la escuela se convierte en el agente socializador por excelencia en la época en que despierta su interés por estos temas. En ella se forman los grupos de iguales, dónde las decisiones, las posturas ante situaciones, los valores, se han ido formando y haciéndolas propias.

Por otra parte, los dedicados a la educación debemos conocer el currículo que debemos enseñar y en éste se contemplan los siguientes objetivos:

1º Formarse una imagen ajustada de sí mismo, de sus características y posibilidades y desarrollar actividades de forma autónoma y equilibrada, valorando el esfuerzo y la superación de las dificultades.

2º Relacionarse con otras personas y participar en actividades de grupo con actitudes solidarias y tolerantes superando inhibiciones y prejuicios, reconociendo y valorando críticamente las diferencias de tipo social y rechazando cualquier discriminación basada en diferencias de raza, sexo, clase social, creencias y otras características individuales o sociales.

3º Conocer y comprender los aspectos básicos del funcionamiento del propio cuerpo y de las consecuencias para la salud individual y colectiva de los actos y las decisiones personales y valorar los beneficios  que suponen los hábitos del ejercicio físico, de la higiene y de una alimentación equilibrada, así como llevar una vida sana.

En la Resolución de 7 de septiembre 1994 (BOE 23 de septiembre) se afirma:

" El sistema educativo tiene entre sus finalidades proporcionar a los niños y jóvenes una formación que favorezca todos los aspectos de su desarrollo, y que no puede considerarse completa y de calidad si no incluye la conformación de un conjunto de valores que no siempre se adquieren de manera espontánea. Algunos de estos valores, englobados en el ámbito de la educación moral, se refieren a las actitudes personales ante los problemas básicos de la convivencia. Problemas cuya evolución reciente ha ido generando la necesidad de que los ciudadanos adopten principios y desarrollen hábitos en ámbitos, hasta hace poco, ajenos a los contenidos escolares y sobre los que es preciso que los alumnos de las distintas etapas educativas tengan la ocasión de reflexionar. Se trata en definitiva de abordar un conjunto de cuestiones que contribuyen a proporcionar una verdadera educación y a adecuar la enseñanza a las exigencias de nuestro tiempo."

Esta Resolución establece:

1º El desarrollo de actitudes y hábitos en los alumnos de las diferentes etapas se hará tomando en consideración un conjunto de temas relacionados con los diferentes aspectos generales o particulares de su vida personal y social: SON LOS TEMAS TRANSVERSALES.

2º En el proyecto educativo, los centros podrán resaltar los aspectos de cada uno de los temas transversales que consideren importantes para los alumnos que acogen.

3º "Los proyectos Curriculares de Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria recogerán la presencia de los temas transversales en toda la etapa y en las áreas del currículo. A tal fin, podrán favorecer el tratamiento integrado de dos o más temas, facilitar su programación de manera interdisciplinar, establecer criterios para la selección de materiales didácticos acordes con la importancia que se dé a cada tema, tenerlos en cuenta en la organización de objetivos y contenidos de cada una de las áreas y todas cuantas acciones resulten necesarias para el desarrollo de estos temas."

5º Las actitudes y hábitos se tendrán en cuenta en la evaluación de los aprendizajes de los alumnos.

6º Las Actividades extraescolares y complementarias podrán incluir acciones que contribuyan a dar sentido global a las enseñanzas que se impartan.

Los temas transversales, como contenidos curriculares deben estar presentes en todas las etapas y en todas las áreas o materias.

Uno de los temas transversales fundamentales es la Salud, y dentro de ésta, la Salud Emocional.

 

4º DESCONOCIMIENTO DEL PROFESORADO.

Cuando nos preguntamos por qué la educación emocional ha estado descuidada en la educación, Josep Gallifa Roca escribe: "Algunos autores exponen que estamos pasando de una modernidad más cartesiana, racionalista cientificista, tecnocrática, pragmática, hacia una modernidad más humanista, más centrada en el arte y la creatividad, más renacentista (para algunos denominada como posmodernidad esta versión de la modernidad). Estamos en un contexto de cambio y un ejemplo de ello es el interés por las emociones, tanto en la educación, como en psicoterapia o en el mundo de las organizaciones.

La educación y las organizaciones en general han estado muy influidas por este modelo cartesiano y pragmático. En una tesis doctoral se demostró cómo los diseños curriculares, cuando tratan de aspectos relacionados con las actitudes y valores, muestran un gran predominio de valores relacionados con la ciencia y la tecnología y recogen un enfoque que podríamos denominar tecnocrático. En cambio, los valores referidos al arte, a las humanidades, a la religión, quedan muy empequeñecidos. Debemos reconocer, por tanto, que la educación de las emociones es una dimensión un poco descuidada en la educación".

Es decir, hasta hace unos años toda la educación dada en colegios e institutos fomentaba el aprendizaje intelectual olvidando la educación en aspectos tan importantes como las emociones, las actitudes, los valores.

Además, en los programas de formación del profesorado no aparece currículo relacionado con esto, y después  del éxito del libro de Goleman, " La inteligencia emocional" es un tema que preocupa a muchos profesionales, que no han recibido dicha formación y no saben como afrontar este tema.

 

5º IMPORTANCIA Y TRANSCENDENCIA EN LA VIDA DE UNA PERSONA

Es importante la educación emocional porque lo que está en juego es la realización personal, el equilibrio, la maduración de la persona.

 Hoy, en las situaciones conflictivas se están desarrollando programas para favorecer el autoconcepto, la autoestima, la resolución de conflictos, la disminución de la agresividad, pero sólo en situaciones conflictivas. ¿Por qué no educar emocionalmente a todos los alumnos como medida preventiva a esas situaciones? ¿Es que no tienen derecho todas las personas a esa educación que les hará enfrentarse a la vida con más habilidades y por tanto con más salud, ya que supondrá un menor esfuerzo de su adaptación a las circunstancias?

Cuando se habla del principio de Atención a la Diversidad, se presenta siempre a los alumnos con necesidades educativas especiales, a alumnos de compensación educativa, se avanza en programas para ellos, cambiando la organización, la metodología, las actividades. Es decir, siempre se tienen en cuenta los alumnos que ya presentan problemas de cualquier tipo ¿pero atender a la diversidad no es atender a cada uno de nuestros alumnos? ¿no se trata de adaptarnos a todos ellos, y elaborar estrategias educativas para potenciar todas y cada una de sus potencialidades? ¿no se trataría de prevenir cualquier anomalía para evitar llegar al problema?

Si estamos hablando de salud, ¿no sería necesario prevenir para evitar la enfermedad?

 Si sabemos la importancia y la trascendencia de las emociones en el desarrollo y maduración del alumno ¿no sería necesario una educación de las emociones, para conseguir bienestar?

 

 6º ANÁLISIS DE LA REALIDAD

Decimos que está viviendo un mundo donde el conflicto es permanente, donde la agresividad, la violencia es un rasgo de la sociedad actual.

La violencia en la sociedad es también violencia en la escuela, y frente a esta violencia se puede adoptar dos posturas: callarse o denunciarla para tomar medidas. E, incluso ante esta segunda postura se podría tomar dos nuevas tareas: denunciarla para corregirla de manera punitiva, o bien, denunciarla para tomar las medidas preventivas y correctoras de dicha anomalía.

Pero además, existe la violencia entre pares, que están martirizando a gran número de nuestros alumnos. Entre las causas que pueden llevar a las violencias presentamos el siguiente cuadro:

 

 

 

FAMILIAR

ESCOLAR

SOCIAL

 

 

FACTORES

DE RIESGO

- Falta de relaciones  intrafamiliares

- Falta de relación con el entorno

- Pobreza extrema

- Dificultades económicas

- Enfermedad mental

- Desarraigo cultural

- Estrés

- Miedo  a las consecuencias por parte de la víctima

- Falta de sensibilidad

- Apatía

- Insolidaridad

- Temor a la exclusión grupal

- Inseguridad

- Baja autoestima

- Papel de los medios de comunicación

- Actitudes y creencias hacia la violencia

- Sistema de valores

- Habituación y pérdida de empatía

 

 

ESTRATE-

GIAS DE INTERVEN-CIÓN

-  Mejorar condiciones de vida

- Informar para resolver problemas

- Ayudar en la toma de decisiones

 

- Desarrollar la capacidad para resistir la presión de grupo

- Favorecer la asertividad

- Rechazar toda expresión de violencia

- Favorecer la tolerancia

- Superar los estereotipos sexistas

- Desarrollar  los derechos humanos

 

 

 

 

 

Si observamos todas las causas, vemos que muchas de ellas son de tipo afectivo, y si observamos las estrategias de intervención, no podemos dudar que parte de estas situaciones conflictivas se podrían prevenir favoreciendo la educación de las emociones.

El clima familiar es uno de los factores más fuertemente vinculado con la violencia. Las carencias afectivas, los castigos físicos, las peleas y enfrentamientos entre padres e hijos son algunos de los episodios que enrarecen la vida de familia y pueden marcar el futuro de las relaciones sociales de sus miembros.

Muchas de las escenas de violencia que se dan en los hogares, no se deben a la gravedad del problema, sino a falta de recursos para resolver los conflictos. No mantener ningún tipo de relación con los padres y pasar largos periodos de tiempo ante el ordenador con juegos violentos produce desajustes emocionales.

Es fundamental el papel de la familia en las conductas agresivas del niño. Familias en la que existen intensos conflictos en los padres, en la que uno de ellos manifiesta poca estima por el otro, en  las que  alguno de los padres manifiesta disconformidad con su rol, los que se muestran en desacuerdo con los métodos de educación, o aquellos en que los padres no muestran signos afectuosos entre ellos, producen niños agresivos y con sentimientos de rebeldía.

Estos niños llegan a la escuela con ese bagaje de aprendizajes negativos y la escuela se impregna del mismo ambiente que se respira fuera. La escuela debe abrirse al mundo que le rodea, analizar los cambios sociales, y buscar nuevas formas para educar en el entorno que tiene que vivir. No puede permanecer en una burbuja 

Los cambios tecnológicos, culturales, políticos y sociales piden nuevos retos a la educación, que debe formar personas capaces de aprender a aprender y con una sólida formación en valores. Se hace necesario formar al profesorado para atender a las situaciones de conflictos con los que se enfrentan.

 Así mismo, los problemas emocionales y trastornos de afectividad son cada día más frecuentes. Un trabajo, coautor Amancio Marín, desarrollado por el Centro de Salud de Santa María de Gracia en Murcia, en mayo de 1999, presentado al Congreso de Medicina de Familia y Salud Comunitaria del mismo año, titulado "Psicopatología del Adolescente, trastornos afectivos en la adolescencia", pone de manifiesto los problemas a los que hacemos alusión. El estudio se realizó sobre 406 alumnos de tercero de la ESO de ambos sexos, de 14-15 años, de la zona de influencia del citado Centro de Salud. Se utilizó la versión española del Children Depressión Invetory y en una segunda fase la entrevista semiestructurada. Los resultados son preocupantes: Se obtenía un C.D.I. mayor o igual a 19, es decir, alumnos de riesgo, un 16% de la población, siendo casi el doble el número de chicas que de chicos.

 Pasadas las entrevistas a este 16%, casi el 9% de la población evaluada padece distimia, un 6% padece depresión mayor,  un 2% ha padecido ambos procesos y sólo en un 0.84% no se observaba ningún trastorno.

También, entre las investigaciones sobre autoconcepto, aanalizando los trabajos desarrollados, observamos que:

1º Gutiérrez (1989) relacionó educación familiar de los padres con el autoconcepto de los hijos.

De la educación de los padres se eligieron las siguientes dimensiones:

  • A) Apoyo- afecto
  • B) Atribución culpa
  • C) Rechazo
  • D) Permisividad
  • E) Castigo
  • F) Presión-logro

 

Relación entre educación familiar y autoconcepto:

E. familiar

A. Académico

A. Emocional

A. Social

A. Familiar

Apoyo-afecto

+++

0

+++

+++

Atribuc-culpa

-

0

0

---

Rechazo

--

0

0

---

Permisividad

+

+

+++

0

Castigo

0

0

0

---

Presión-logro

+++

0

+

0

 

+++; --- Relación positiva o negativa con significación muy alta

++; --     Relación positiva o negativa con significación alta.

+; -        Relación positiva o negativa con significación media

  • 0 Relación positiva o negativa no significativa

 

Al analizar estas relaciones se observa que en el Autoconcepto Académico de los alumnos influye negativamente o no influye la atribución de culpa, el rechazo o el castigo y sin embargo el apoyo y afecto y la presión al logro lo hace de una manera muy positiva.  Es decir, que de este estudio podría sacarse todo un programa orientativo a los padres para mejorar el autoconcepto académico de sus hijos basado en la expresión de emociones.

Si observamos el cuadro anterior, podremos observar comas relaciones basadas en el apoyo y afecto influyen favorablemente en el autoconcepto de los hijos y que el rechazo o el castigo influyen negativamente o no influyen en  el conocimiento que los hijos tienen de sí.

 

2º Otro trabajo  realizado por Musitu en 1990 fue el que relacionó la comunicación familiar y el autoconcepto del hijo. Se aplicó el cuestionario de comunicación familiar y la escala de autoconcepto.

Después del estudio realizado se comprobó que existen diferencias en el autoconcepto de los niños con núcleos familiares con baja y alta comunicación familiar. Los pertenecientes a familias con menor comunicación tienen menor interacción familiar, más labilidad  emocional, menor interacción entre iguales y menor logro académico.

 

 

3º Pons y Berjano; García, Gracia y Musite(1991) realizaron un trabajo en el que se relacionaba el autoconcepto con el consumo de drogas. Los resultados obtenidos confirman el hecho de que los alumnos consumidores tienen un autoconcepto significativamente más negativo que los no consumidores.

 

4º Sureda García I, en la ponencia CIVE 2001, demuestra que el autoconcepto de los alumnos de enseñanza secundaria obligatoria  se puede mejorar, trabajando habilidades sociopersonales, y que los alumnos que trabajaron estas habilidades en el curriculum ordinario, tenían resultado más satisfactorios que los alumnos que trabajaron dichas habilidades de manera aislada a los contenidos escolares.

 

Estos trabajos nos indican: "Que el autoconcepto se aumenta cuando la educación de los padres está basada en el apoyo  y el afecto. Y que la comunicación familiar hace que el autoconcepto del hijo sea mayor."

En otro orden de cosas, cuando intentamos buscar las causas de la prevalencia de los trastornos alimentarios en las últimas décadas no podemos dejar de analizar el papel que la dieta, el peso y la figura desempeñan en el desarrollo de la seguridad personal en los jóvenes, sobre todo en los adolescentes. Muchos acuden a los especialistas, y cada vez más,  para perder los kilos que estropean la figura ideal,  pero otras personas acuden a dietas  no sanas, ejercicio físico intenso, períodos de ayuno... que en ocasiones llevan a trastornos graves. También, en el momento actual, se valora positivamente tener una imagen corporal estilizadas y  delgada. En la sociedad occidental, cada vez con más fuerza, las presiones sociales sobre moda dada por la publicidad ofrecen un ideal estético que exige un continuo control sobre el peso.

Hemos visto en el párrafo anterior, la función social que cumple la alimentación, por lo que las actitudes patológicas de la conducta social  influyen en la conducta alimentaria y viceversa.

El rechazo de la comida puede ser expresión de rebeldía, repudio de situaciones, trastorno afectivo, distorsiones perceptivas,  trastornos en el componente cognitivo -afectivo,  baja autoestima, características anómalas en la personalidad, relaciones interpersonales problemáticas.

 Si  se observa todo lo expuesto vemos, que las causas de estos trastornos alimentarios pueden derivar del propio individuo, de la familia, de la sociedad o de todas ellas en su conjunto. Y que todas tienen que ver con esa salud emocional

En las escuelas y los IES, y cada vez con más frecuencia, se nota una falta de convivencia y situaciones de descontrol emocional, problemas de ansiedad ante los exámenes, explosiones de ira, que están deteriorando el buen desarrollo de una formación auténtica.

Son muchos  los alumnos que demandan atención del psicólogo o psiquiatra debido a estos problemas.

Esto no lleva a preguntarnos qué hacemos en los Centros de enseñanza para paliar esta demanda.

 

Todos estos argumentos, el concepto de salud, el concepto de educación, el ser un tema transversal, el  desconocimiento del profesorado, la importancia de las emociones en la trayectoria de vida y en el equilibrio mental y un análisis de la situación actual, hace necesario realizar programas cuyos objetivos sea lograr educar esta dimensión del ser humano que les permita estar bien tanto física como mentalmente.

 

 

 

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