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Valores sociales anteriores a la Logse

INTRODUCCIÓN

            Hemos analizado en las páginas anterio­res el concepto de  valor, su importancia en la formación y educación de los alumnos, el desconcierto observable en la sociedad occidental producido por la falta de vigencia de valores tradicionales, el proceso de cambio de valores que hacen emerger nuevos conceptos como formas novedosas de valorar... También se ha tratado de cómo los valores determinan la política, los contenidos y los métodos educativos de todos los sistemas escolares y por lo tanto son los propios gobiernos los que determinan los fines de la educación, los que definen los objetivos, los que identifican los valores que se deben transmitir y enseñar a la generaciones venideras.

            Por estos motivos se ve la necesidad de analizar las leyes educativas y esclarecer los valores que llevan implícitas.

 

LOS VALORES SOCIALES Y POLÍTICOS EN LAS GRANDES LEYES ESPAÑOLAS DE EDUCACIÓN ANTERIORES A LA LOGSE.

Siguiendo la ponencia presentada por el profesor Puelles Beni­tez en el Seminario "Educación y Valores en España", (1991) haremos una exposición de los valores que han impregnado las leyes españolas contemporá­neas.

Se hará sólo un estudio de los valores institucionales, es decir, de los valores sociales y políticos y se hará referencia a las leyes Moyano, la Ley General de Educación (LODE) y la Ley General de Ordenación del Sistema Educativo (LOGSE).

 

                        1º Ley Moyano de 1857

            Se trata de una ley liberal moderada, no innovadora porque viene a consolidar un proceso largo del sistema educativo.

 

            Entre los valores que destaca cabe señalar:

            - La gratuidad de la instrucción primaria elemental pública, y sólo para los niños que no podían pagarla.

            - La obligatoriedad de la instrucción primaria desde los seis a los nueve años de edad.

            - La libertad de enseñanza como libertad de creación de centros docentes con carácter limitado, ya que se afirma el monopolio del Estado en materia universitaria.

            - La centralización administrativa, considerándola como un valor para poder conseguir un sistema educativo.

            - El valor de la secularización, que no debe confundirse con el laicismo. Se afirma que la educación es una cuestión secular que afecta al interés público y que es competencia del Estado, lo cual no excluye que exista una enseñanza privada, pero la direc­ción del Sistema Educativo compete al Estado.

            - Una estructura bipolar. Un sistema estructurado en dos polos; un contenido mínimo que sería la instrucción primaria pública y el contenido máximo que sería la enseñanza media y superior.

            García Crespo (1983) nos presenta su visión sobre dicha Ley: "No se desean niños y niñas activos y creativos en clase, si­no espectadores que escuchen de una forma pasiva al principal ac­tor que es el maestro, que mantiene una actitud firme y vigilan­te, autoritaria y fuerte. Por si alguien tenía dudas de lo que se pretendía, analicemos esta frase desde la óptica del dialogo, de la flexibilidad, de pluralismo, del intercambio de criterios por encontrados que sean: "La educación de la condescendencia en­gendra seres degradados, la educación firme, severa, da hombres ú­tiles a la Patria"

            Valero Iglesias (1992) opina referente a esta Ley: "Los valores que se ofrecieron fueron: una escuela muy jerarquizada­, autoritaria, con una visión idealizada de la escuela, exenta de contacto con la realidad y próxima a un mundo ideal abstracto, con una fuerte proyección del hecho religioso, entendido y practica­do éste como el de la iglesia católica, apostólica y romana, con separación, en el ámbito ideológico, de lo que hacen los niños y las niñas, dado el papel que cada sexo tiene en la sociedad"

 

            A pesar de todas estas disfunciones, esta ley fue un avance enorme para la educación en España.

 

 

                        2º La Ley General de Educación de 1970

 

            Se considera una ley tecnocrática porque priman los valores de eficiencia, productividad, sentido económico. Se pretende una reforma de la educación, desde arriba, sin

participación democrática. Se manifiestan los mismos valores ins­titucionales de la Ley Moyano. Estos son:

            - La gratuidad real de la Educación General Básica, desde los seis a los catorce años.

            - Implantación real y efectiva de la escolaridad obligato­ria.

            - Libertad de enseñanza sin restricciones.

            - Se establece la diversidad curricular frente a la uniformi­dad de los planes de estudios anteriores.

            - Proclamación de la autonomía pedagógica de los centros, aunque meramente teórica.

            - Secularización de la enseñanza.

            - Se afirma como novedad el derecho a la educación como un intento democratizador.

            - Principio de igualdad de oportunidades.

            - Articulación como un autentico sistema educativo.

 

            - Se afirma como principio básico la educación permanente.

- Se rompe la estructura bipolar porque se crea una educación común, una formación íntegra por la que deben pasar todos los niños españoles. A la vez se crea una nueva discriminación con la formación profesional.

            Esta Ley  cambia sustancialmente la educación en España. Obe­dece a los cambios producidos en la sociedad española, ya que se había modificado su estructura. En 1960 la población ocupada en agricultura suponía el 40% de la población activa, mientras que 1978 era el 18%. Se producen cambios sociales, una mayor fluidez social, que indudablemente debe influir en la educación.

La EGB, Educación General Básica, se estructura en un ciclo de ocho años: una primera etapa de cinco años y una segunda de tres. Al final se obtenía el título de Graduado Escolar, o el Certifi­cado de escolaridad para aquellos alumnos que no hubieran podido superar los niveles educativos.

Los objetivos pedagógicos y los programas curriculares están recogidos en la Orden Ministerial del 2 de diciembre de 1970 y en la ley de 3 de agosto de 1971.

            Es importante señalar que la planificación escolar se hará por objetivos, estructurados estos en dos grandes áreas de conocimientos: de expresión y de experiencia.

La evaluación se trata de forma novedosa, apareciendo el concepto de evaluación continua. Supuso una revolución en Educación que exigió una fuerte inversión. Maravall (1984) nos muestra la preocupación del Estado": En las democracias avanzadas, el Estado, representante de la soberanía popular, asume la formación del ciudadano como forma de asegurar precisamente la ciudadanía social y política. En España, por el contrario, el Estado ha visto su responsabili­dad limitada a un papel subsidiario por la actuación de intereses conservadores, intereses tanto ideológicos como económicos."

A pesar de todos los esfuerzos, y los méritos de esta Ley, como son la reestructuración y la reorganización de la Formación Profesional, la unificación de la enseñanza de todos los ciudadanos hasta lo catorce años, defendiendo un tramo obliga­torio y gratuito, esta Ley produce desajustes, protestas, falta de calidad, que han llevado a una reforma educativa.    

 

1 comentario

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La ignorancia no favorece la tolerancia

Si toda religión tiene sus fundamentalistas -cosa muy discutible-, también el laicismo tiene los suyos.

En España están bien representados por la CEAPA (confederación laica de padres de alumnos) que cuando oyen hablar de religión en la escuela desenfundan. Han estado en pie de guerra ante la creación en el currículo en el que se contemple el "hecho religioso" en dos modalidades alternativas, a elección de los padres: la clásica asignatura de Religión o bien un estudio no confesional del hecho religioso.

Cualquiera diría que hoy existe una presión religiosa en la escuela, cuando lo que destaca a todas luces es el desconocimiento religioso, incluso entre alumnos que han estudiado religión.

Y ahora que en España hay mayor presencia de otras religiones no cristianas es necesario que todos sepamos algo más del hecho religioso. Tal vez la CEAPA piensa que la ignorancia favorece la tolerancia. Pero más bien, la ignorancia, suele ser el caldo de cultivo del recelo y del enfrentamiento.

Carlos Menéndez
http://www.creditomagazine.es