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Violencia sexista en la escuela


VIOLENCIA SEXISTA EN LA ESCUELA

 

 

Se debería considerar la violencia sexista un subgrupo dentro de la violencia escolar. Se habla de violencia entre iguales, acoso, violencia entre el profesorado y el alumnado y se debería hablar de violencia sexista, ya que las actitudes sexistas es base de muchos comportamientos agresivos de chicos y chicas.

Ya se ha comentado que en la socialización del niño y de la niña influye la familia, el grupo de amigos, los medios de comunicación, y la escuela. Y esta, la escuela, no es neutral, porque todos los grupos que forman la sociedad influyen en ella, asimila los valores imperantes y ella misma, incide en la sociedad, formando un círculo e influyendo una en otra y viceversa.

Si en la sociedad existe presión desde la infancia encasillando en unos estereotipos que deforman a la niña (sumisa, dependiente, generosa, frágil, seductora) y al niño (independiente, poderoso, activo, autosuficiente...), la escuela transmitirá estos estereotipos. Si desde pequeñas, desde la literatura clásica infantil, los juegos diferenciados a niñas y niños,  los mensajes a veces subliminales de los medios de comunicación se trasmite esta violencia sexista, la escuela la enseñará al alumnado Esta violencia entendida como imposición, genera actitudes que fomentan la sumisión en las niñas y adolescentes y la dominación en los niños y los adolescentes. Pero la mayor violencia que se puede ejercer desde el ámbito escolar es asumir  estos comportamientos como naturales, no verlo como estereotipos impuestos, no plantearse  simplemente que se puede  actuar de otra manera.

A raíz de esta realidad, nos hacemos la siguiente pregunta, ¿cómo se transmiten estas actitudes en las escuelas?

Se transmite de diversas formas o ámbitos:

En la organización del sistema educativo asignando al hombre las funciones de control y de dirección, en las estructuras de las programaciones, en el currículo, en la orientación profesional, etc.

En el comportamiento de los/las  enseñantes con los niños y las niñas. Los estudios de Spaulding de Sears, (1974) mostraron que los profesores y las profesoras alientan la expresión personal en los niños y el retraimiento en las niñas;  se estimula más la creatividad en los niños que en las niñas; éstas se ven subvaloradas con mayor frecuencia que los niños; se le tacha de ignorantes o de incapaces con más frecuencia a las niñas  que a los niños.

Entre las relaciones de los alumnos y las alumnas. Mollo (1970)  observó que en la mayoría de los casos los niños monopolizan el patio de recreo para sus juegos mientras que las niñas quedan reducidas al papel de simples espectadoras. También monopolizan los juegos eléctricos o los ordenadores

En el uso del lenguaje, primeros aprendizajes inconcientes donde las niñas asumen su invisibilidad.  Montserrat Moreno (1989)) afirma: "..permanecerá toda su vida frente a una ambigüedad de expresión a la que terminará habituándose..." .

En los libros de texto, reproduciendo  con imágenes y contenidos los roles tradicionales de hombres y mujeres, e ignorando las aportaciones de éstas a la historia.

En la atención prestada por el profesorado a uno y a otro sexo. Los niños, reciben la atención del profesorado en una proporción  de 74/100

En el currículo oculto,  inconscientemente transmite estereotipos relacionados con la dominación/sumisión.

En el uso de la palabra, los chicos hacen más uso de la palabra que las chicas, se muestran más visibles. Ellos lo hacen sin particular conciencia del abuso y las chicas permiten que lo hagan.

Stanwworth (1981) demostró que en la clase, los docentes reproducen el sistema jerárquico de divisiones y de clasificaciones de género, no se lo cuestionan sino que lo refuerzan y esto ocurre a pesar de que en su discurso propician la igualdad entre los sexos. Estas conductas, siguiendo esta investigación se dan de forma invisible, pero de manera eficiente.

Es digno de resaltar el trabajo realizado por Rossetti en 19994. Constató que las niñas, a pesar de recibir menor atención de sus profesores, tienen un rendimiento algo superior al de los niños. No obstante, en los docentes predomina la idea de que son estos últimos lo que tienen mejor aprovechamiento. En la investigación "se preguntó a una profesora de matemáticas de enseñanza media, que dijera nombres del alumnado que tuviesen mejor rendimiento. La profesora nombro a dos hombres y destacó a uno como muy inteligente. Sin embargo, concluyó que ganan las mujeres en rendimiento al grupo de los hombres; es decir, primero expresó una clasificación (el hombre es mejor intelectualmente), para después decir algo real, las niñas tienen mejores rendimientos  

Para paliar estas actitudes se propone fomentar la afectividad y el tener en cuenta a los demás, y potenciar en los chicos y en las chicas la asertividad.

Será necesario formar la identidad, la autoestima, fomentar el respeto y el cuidado del propio cuerpo, hacer reformulaciones curriculares, valorar el aporte de las mujeres a la vida, fomentar la paz, la solidaridad.  Evitar las actitudes sexistas, combatirlas en todos los sectores y potenciar el dialogo, la negociación, la solución de conflictos. Si conseguimos erradicar estos sentimientos de poder y de dominio, evitaremos muchos sufrimientos provocados por la violencia y morirán menos mujeres a manos de sus compañeros.

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