Factores de riesgo en la conducta alimentaria

FACTORES DE RIESGO_ FACTORES DE PREVENCIÓN

Es necesario conocer los factores de riesgo de los trastornos alimentarios porque de su conocimiento podemos extraer lo factores de prevención.

Entre los factores de riesgo podemos señalar los que provienen de:

1º Sociedad

2ºFamilia

3ºEscuela

4º Personales

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En los trastornos de la alimentación  hay que partir de un modelo biopsicosocial, situando estos trastornos en el centro de un marco más amplio que implica múltiples sistemas. No sólo se debe tener en cuenta los elementos biológicos, sino también personales, familiares y el contexto social.

Prevenir es tomar medidas para evitar males, siendo en el caso que nos ocupa, enseñar a comer par evitar enfermedades. Esta  enseñanza debe de hacerla la sociedad en su conjunto ya que puede y debe fomentar conductas saludables, coordinar los servicios existentes para realizar actuaciones preventivas, y promocionar una buena alimentación.

1º Socialmente

González Blasco, P. En "Jóvenes españoles 99" escribe: "Como contexto general se describe la situación de la sociedad española en este final de milenio, caracterizándola por una serie de rasgos: racionalismo y predominio de la razón científico-técnica junto a la tendencia de valorar también lo sensual, lo a-racional; la expansión del Estado y de la sociedad civil junto a una cierta crisis del Estado del bienestar; la consolidación de un neocapitalismo económico y el desarrollo democrático; el reto de construir una Europa común; la expansión del secularismo; la tensión de la persona humana, dividida en una serie de mundos a veces antagónicos; el reto de la nueva biotecnología; la apertura a relaciones débiles y múltiples; la valoración de la autorrealización y expresión la carencia de marcos referenciales significativos y el repliegue a contextos culturales y sociales restringidos; la valoración de lo natural, el hedonismo y la mayor permisividad; la influencia de los medios de comunicación"

En esta sociedad vive inmerso el alumno que debemos educar, en esta aldea global donde imperan unos valores que priman la esbeltez, la apariencia externa, la juventud. Por tanto, desde la sociedad deben surgir voces para:

1º Denunciar la utilización de imágenes no reales que identifican el éxito y prestigio con delgadez. Los medios de comunicación y la publicidad ofrecen imágenes no reales porque muestran modelos que no responden a la mayoría de la población. Se hace necesario concienciar a la sociedad del peligro existente  de estas imágenes que induce a una inmensa mayoría de adolescentes a una mala alimentación.

2º Sensibilizar a la población contra la venta masiva de adelgazantes que provocan riegos de salud.

3º Apoyar y promover organizaciones de autoayuda en esta sensibilización y pedir  una mejor asistencia médica y psicológica preparando a profesionales para detectar e intervenir cuando antes para evitar la aparición de la enfermedad.

4º Disponer de información para desangustiar, apoyar y ayudar a las familias y a los pacientes.

2     En las familias

Podemos definir la familia como un grupo de personas vinculadas por algún tipo de relación biológica, emocional o legal. La familia es el modelo para los aprendizajes de conductas, actitudes y valores.

   Es fundamental el papel de la familia en los trastornos alimentarios ya que es la fuente principal de creencias y pautas de comportamiento relacionadas con la salud.  Acostumbran a compartir muchos hábitos sanitarios y factores de riegos, ya que siguen la misma dieta, que en combinación con factores genéticos pueden explicar muchos de estos trastornos. A veces, las tensiones sufridas por una familia en las etapas del ciclo evolutivo, pueden afectar a la salud de la persona, por ejemplo, en la adolescencia, el abandono de uno de los padres, la muerte, e incluso estos trastorno puede cumplir una función adaptativa en el seno de la familia.

Una de las características más notorias de la juventud actual es la prolongación de su  etapa  de formación o socialización formal  y su permanencia en la vivienda familiar hasta edades avanzadas. En  el libro "Jóvenes españoles 99"  trabajo realizado por un equipo de profesionales dirigido por Javier Elzo, incrito  dentro de una serie de estudios  sobre la juventud española que la Fundación Santa María lleva realizando desde hace veinticinco años, a la pregunta  sobre " Qué grado de importancia tiene en su vida cada uno de los siguiente aspectos  "asignan el siguiente orden:

1º Familia

2º Amigos y conocidos. Trabajo

3º Ganar dinero. Tiempo libre/ocio

4º Estudios, formación y competencia profesional. Llevar una vida moral y digna

5ºTener una vida sexual satisfactoria

6º Religión. Política

En ese mismo trabajo, a la pregunta "  Dónde piensa que se dicen las cosas más importantes en cuanto ideas e interpretación del mundo" se obtiene  la siguiente información.

1º En casa, con la familia                                                                    53%

2º Entre los amigos                                                                             47%

3º En los medios de comunicación: prensa, radio, televisión     34%

4º En los libros                                                                       22%

5º En los centros de enseñanza (Profesores)                                       19%

6º En la iglesia                                                                        3%

7º En otro sitio/ ninguno /NC                                                                5%

 

El medio más influyente, por tanto, es el de los grupos primarios: familia y amigos, ganando terreno a través de los años, en detrimento de lecturas e instituciones como la iglesia o partidos políticos.

No podemos olvidar los educadores que las familias son un recurso valioso y una fuente de apoyo para el adecuado desarrollo del niño, y la formación de hábitos de vida saludable.

Una conducta malsana desempeña una función en la familia que puede entorpecer los intentos de su modificación. Mcdaniel, S. Campbell,  T.L. y Seaburn, D.B:(1998)  afirman: "Por ejemplo, los estudios sugieren que la conducta alimentaria y la obesidad pueden desempeñar una función homeostática en muchas familias. En una encuesta sobre los hábitos alimentarios de una muestra de familias, el 25% de las madres afirmaron que utilizaban la comida para recompensar a sus hijos y el 10% que la utilizaban como castigo. En un programa de reducción de peso, el 91% de los maridos de esposas obesas afirmaron desear que perdiesen peso, pero sólo el 49 % se mostraron dispuestos a ayudarlas a conseguirlo. El 53% de los varones predijeron que la pérdida de peso tendría un efecto adverso sobre el matrimonio, debido a que la comida dejaría de ser una actividad compartida, perdería poder en,  los   conflictos matrimoniales y generaría preocupación respecto al compromiso matrimonial y la fidelidad sexual."

También estos autores afirman que la familia puede tener una influencia considerable en el tratamiento de la obesidad. Cuando la pareja participa en el programa de reducción de peso, el individuo obeso suele mostrar una mayor capacidad no sólo de perder peso, sino también para mantenerse en él.

Estas consideraciones aportan sólidas evidencias de la influencia, tanto positiva como negativa, que tiene la familia en los hábitos alimentarios

Frecuentemente son las propias madres y padres quienes buscan ayuda terapéutica para sus hijos enfermos ya que normalmente estos pacientes niegan esta enfermedad. En ocasiones son las familias la que no reconocen la importancia del tratamiento, porque no reconocen o no quieren reconocer el problema

La mejor prevención de los trastornos alimentarios es tener, sin duda, aparte de realizar una alimentación adecuada,  un ambiente familiar que favorezca la comunicación y la expresión de sentimientos, enseñando a los hijos, que  la valía personal no se debe poner en el aspecto físico, sino en otros rasgos,  valorados y queridos  como son, y no trasmitir mensajes equívocos.

Así mismo a las familias, cuando aparecen los problemas es necesario mostrarles los pasos a seguir:

1º Concienciarse y buscar ayuda profesional

2º Aprender a escuchar

3º Enseñarles a valorar su propia identidad

4º Valorar los sentimientos

5º Descubrir los factores que provocan estas emociones

Es importante mientras se pueda, mantener el rito la comida, aunque sea una vez al día

3 En la escuela 

Sabemos que la escuela es uno de los principales agentes de socialización, junto con la familia y el grupo de iguales, y es en ella donde se continúa el proceso de socialización iniciado en la familia, bien reforzando las actitudes en ella generadas o bien modificándolas en aquellos casos en que sea preciso. La obligatoriedad de la escolarización hasta los dieciséis años implica que por ella deben pasar todas las personas y si queremos potenciar hábitos de vida saludable empezando por una buena alimentación como prevención de las posibles alteraciones que se produce en el organismo por la falta de nutrientes o  defecto de ellos, es fundamental potenciar una educación alimentaria en la escuela proporcionando información, fomentando actitudes favorables y favoreciendo la capacidad crítica.

Para ello debemos: 

Informar de una correcta alimentación

Mostrar las consecuencias de una incorrecta alimentación

Desarrollar el juicio crítico sobre dietas, pastillas...

Enseñarles a valorar el propio cuerpo

Ayudarles a formarse una idea ajustada de  sí mismas/os y de sus capacidades y de las limitaciones

Animarles en la elección de modelos positivos

Potenciar la consecución de  madurez personal

 Analizar los medios de comunicación y la publicidad engañosa