Posturas de algunos autores sobre educación moral
OTROS AUTORES
Son muchos los autores que últimamente están interesados en este tema, acercándose a una u otra postura según sus propias características, aunque se podría afirmar que en el momento actual la perspectiva predominante es la de formar la personalidad moral, aunque incidiendo más o menos en los componentes, o dando primacía a unos o a otros de esta personalidad. Entre ellos se podría citar a Pedro Ortega, Escamez, Santolaria, Puig Rovira
Ortega defiende la urgencia de rescatar la ética de la compasión, de la solidaridad, del compromiso con el otro y hacer del reconocimiento efectivo de la dignidad del otro el fundamento de la moral.
Se reconoce la insuficiencia de la teoría cognitiva en la educación moral y considera necesario el cultivo de la afectividad como vía necesaria en la Educación Moral. Cortina en 1996 escribe: "La razón es capaz de diseñar esbozos, propuestas, que funcionan como brújulas para guiar nuestro hacer vital pero hunde sus raíces en ese humus fecundo de nuestra inteligencia sentiente del que en último término se nutre." El gran déficit de la teoría discursiva y la razón de su escasa fuerza motivadora para traducir en conductas el juicio moral es el olvido de que el sujeto moral necesita energías para actuar moralmente. y estas energías se la da el sentimiento y la emoción. Ortega y Gasset en los comienzos de este siglo se mostraban preocupado por la ruptura entre aprendizaje de saberes y educación afectiva.
Ortega propone una educación moral que tenga en cuenta la ética de la compasión y del compromiso con el otro, con el hombre, cualquiera que éste sea, realmente existente, no mero texto narrativo o ser ideal; que el educando, reconociéndose interpelado por la situación del otro y solidario con él oriente su acción hacia la recuperación de la dignidad del otro, a la transformación de las estructuras que impiden el desarrollo de la autonomía personal y la vida en dignidad.
Compasión definida como " sentimiento de pena por el padecimiento de otros, e impulso de aliviarlo, remediarlo o aliviarlo." Los elementos que definen la compasión son:
1º Se funda en la dignidad del hombre
2º Es nominalista, sin abstracciones.
3º Es universal, es para todos y ha de estar presente incluso a pesar de los hombres.
4º Es una virtud, y no sólo una emoción ha de desenvocar en una lucha por la justicia.
5º Se ejerce principalmente con los más débiles, en aquellos que la sociedad ha condenado a la miseria y la marginación.
Ortega propones buscar estrategias que lleven:
1º a conductas prosociales
2º al respeto a los demás
3º a la asunción de la responsabilidad personal
4º a la crítica reflexiva
Sigue afirmando que la ética discursiva ha dado prioridad al desarrollo del juicio moral y de la actitud moral como disposición al dialogo sobre lo que es más correcto, pero se ha relegado u olvidado promover el compromiso y la responsabilidad para actuar de acuerdo con la norma moral que se haya alcanzado como más adecuada para la solución del conflicto planteado requisito indispensable en un programa de educación moral.
La educación para la compasión como forma de educación moral debe:
- a) Favorecer la empatía. Es a través de la empatía como el individuo va desarrollando su yo y conociendo su contexto vital. Ponerse en el lugar del otro, sentir con el otro no es el resultado de un ejercicio intelectual sino, además, de un movimiento de la voluntad que comporta afecto y pasión, es decir, sentimiento. Pero este sentimiento no es neutro, está cargado de valoración, no se entiende como una reacción emotiva, carente de referencias éticas, sino como una participación en la suerte del otro desde la compresión y el juicio moral por una situación injusta
- b) Entrenamiento afectivo y aprendizaje observacional. Es necesario aprender a leer las expresiones emocionales y partir de lo más cercano a lo más remoto. Básica- mente la adopción del rol se consigue con la adquisición de destrezas centradas en la comprensión cognitiva de los sentimientos, habilidades sociales. Otra modalidad es el aprendizaje observacional, por ello la exposición a los niños de modelos adultos que muestren valores y conductas prosociales aumenta la probabilidad de ayuda e interés por los demás favoreciendo en ellos la estabilidad emocional y las expectativas a manifestar sentimientos empáticas.
- c) Experiencias socioafectivas: Se hace imprescindible provocar o aprovechar situaciones morales reales en el que el individuo se sienta afectivamente implicado en la suerte del otro. Se propone:
1º describir que sentimientos provoca el otro en mí
2º análisis y reflexión de dichos sentimientos
3º tomar conciencia de la situación del otro
4º tomar acciones concretas para la mejora y bienestar del otro
- d) Habilidades sociales y desarrollo moral. La capacidad de comprender lo que una persona siente de su situación es la mejor manera de promover la empatía. Por lo tanto la empatía puede ser impulsada desde dos líneas complementarias: potenciar la perspectiva del otro y segundo favorece el razonamiento moral, es decir, el entrenamiento de habilidades sociales y la creación de un razonamiento moral.
Juan Escamez afirma:
" El modelo cognitivo, tal como es asumido, y la primacía del juicio moral, como es defendido, nos parece insuficiente. Quizá se necesite algo más que el juicio racional, como una fuerte carga evaluativo-afectiva, como nos señalan los teóricos de las actitudes, o darle más importancia al elemento que en el modelo parece más descuidado: los factores de autocontrol. Como ha señalado Peters(19 84) se han examinado muy escasamente las condiciones positivas del adiestramiento que tiende a generar un ego fuerte. Posiblemente a los autores de modelos actuales de relación entre juicio moral y acción moral, haya que recordar que un modelo moral no debe servir sólo para una explicación teórica sino como un instrumento teórico para la educación del hombre; desde este punto de vista, postulado por Kohlberg había que recordar al viejo Aristóteles (Etica Nicomaquea II.) Cap. 3 y 4) cuando nos dice: "las cosas que debemos aprender antes de hacerlas, las aprendemos haciéndolas... nos volvemos justos ejecutando actos justos, moderados ejecutando actos moderados, valientes ejecutando actos valientes...Así pues, es muy importante que formemos hábitos de una u otra clase en nuestros jóvenes .en realidad, aquí reside toda la diferencia"
Me parece incuestionable el desarrollo del razonamiento moral, en esto el modelo expuesto parece acertado; pero, para un entendimiento profundo de las relaciones juicio-acción, lo considero insuficiente, ya que la consistencia de la acción con el juicio exige un apasionamiento racional por aquello considerado como moralmente adecuado para que pueda ser así llevado a su ejecución. La educación, por lo tanto, debe centrarse no sólo en el desarrollo del razonamiento moral sino crear condiciones para que se pongan en acción lo propuesto por los juicios morales; para ello es necesario que se fortalezca el carácter del sujeto en aspectos tales como la integridad, determinación, y resolución, fortaleza que sólo se hará efectiva cuando se esté comprometido apasionadamente con la justicia, la libertad el respeto a los demás y la búsqueda de la verdad."
Santolaria propone:
Instrucción ética, desarrollo de hábitos morales adecuados y cultivo de la vida emocional y sentimental, es decir buscar una intervención educativa que afecte a la personalidad global del sujeto, que comprometa su capacidad de pensar, de sentir y de actuar.
Si sólo educación moral fuera la formación del juicio moral, retrasaríamos la formación hasta que adquiriese madurez suficiente para entender y usar principios morales, y olvidaríamos el mismo proceso evolutivo ya que toda etapa, integra la anterior y no niega las etapas anteriores.
Se puede adquirir hábitos moralmente positivos, y estimular sentimientos de afirmación propia como los primeros peldaños de una educación moral autonóma.
Si te interesa este blog, tengo otro:el mosaico educativo.blogspor
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